Un mundo extraño: Capítulo 6: De regreso

Chicas, perdón por no haber puesto el libro, creo que ya se va a acabar. Este es el último capítulo. No puedo publicar más, lo siento.

Un mundo extraño: Capítulo 6:  De regreso

EL rey no fue muy amable, nos dijeron las hadas, así que ellas nos invitaron a ir con ellas a hablar con el rey, llegamos al castillo, era muy triste por fuera, luego uno de los caballeros que estaban ahí, nos dijeron "El rey no es malo, está triste" nos llevaron muy sigilosamente hacia con el rey, era un hombre no muy alto, sus trajes, él tenía solamente un pantalón de mezclilla y una camisa, muy casual, era moreno y no tenía barba y mi mamá le preguntó:
— ¿Qué tiene?
—¡Lárguese de aquí!
En eso mi mamá lo tomó del hombro y le preguntó:
—¿Qué tiene?
En ese momento el rey se echó a llorar, y nos volvió a decir:
—¡Lárguese de aquí!
Decidimos irnos de allí, y regresamos a la cabaña, las hadas nos dijeron que no nos haría daño.
Al día siguiente volvimos al castillo y el rey nos dijo:
— Mi hijo, eso es lo que me pasa.
—Esa no es ninguna excusa para poner en riesgo a todo un reino.
— Perdí la cabeza, todo por querer vengarme de ese maldito que se quedó con mi hijo, en realidad les hacía daño a ustedes.
— Esa tampoco es una excusa
— ¡Qué quieren! estoy loco, no me ven, ¡ESTOY LOCO!—Nos dijo esto con tanta tristeza, y rencor dentro, que nos asustamos, él continuó.
— Pero tampoco soy estúpido, sé que tienen un lugar secreto para esconderse de mí, hasta ese grado he llegado de malvado, lo sé todo, yo también quiero volver.
"No confíen en él" nos susurró una de las hadas.
Tomamos una decisión, dos hadas iban a estar cuidando al rey, para que no haga daño, con esposas, después de un tiempo lo iban a empezar a soltar, y cuando estuviéramos convencidos de que no nos hará daño, lo soltaremos completamente.
Eran dos barcos, todos tenían a hadas y gente mezcladas, listas para llegar a el hogar, el plan era que las hadas se disfrazaran de humanas y llegar al puerto y llevar a la gente a sus casas, y así iban a estar viajando por las diferentes partes del mundo donde hubiera gente, las capitanas eran hadas, obviamente.
Cuando llegó el turno del rey, ellas solamente lo llevaron en silencio a su hogar en España, el barco era muy rápido, es decir, viajaba a velocidad increíble, como si volara, pero a la hora de acercarse a los puertos, la velocidad disminuía, cuando llegó nuestro turno, bajamos, nos tomaron de las manos, tomamos un taxi y fuimos hasta mi casa, nos dejaron en la esquina para que fuéramos a la casa, encontré en mi casa a mi hermano, y a mi papá, lo primero que dijo mi papá fue:
— ¿Andaban de pachanga?—Mi mamá le respondió sarcástica y con alegría
—Sí, anduvimos de fiesta en fiesta.
Nos abrazamos, fue un día hermoso, obviamente les explicamos todo, no nos creyeron 1/4, pero volvimos a hablar y enserio y nos creyeron.
Al día siguiente recibimos una carta, abajo de la puerta, ningún cartero la pudo haber traído, tenía polvo de hada en la carta, y una pequeña bolsita que decía: "Haber si así les creen"
La carta decía:
"Gracias por su ayuda, volvimos a vivir como antes, ahora vemos que con sólo un abrazo y una palmada en el hombro, se puede arreglar todo"